La princesa Letizia escogió un sastre de Armani de color blanco para el día del anuncio de su compromiso con el príncipe hace justo 10 años. Desde entonces tuvo que abandonar las marcas extranjeras de su vestidor de Zarzuela. Ella se debe al diseño español, pero es verdad que el patrón del maestro italiano le sentaba como un guante e hizo brillar aún más si cabe el anillo de pedida que le regaló el príncipe Felipe y que resultó había comprado Iñaki Urdangarin con dinero de la Fundación Nóos.
cortesia elmundo.es
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