jueves, 5 de septiembre de 2013

ROBREDO SE DESPERTO DE PANICO TENIS


Era la primera vez que Tommy Robredo disputaba unos cuartos de final en Flushing Meadows y nunca dio la impresión de poder avanzar a la semifinal. Rafael Nadal lo arrolló este miércoles (6-0, 6-2 y 6-2) durante un partido lineal y apabullante desplegando su mejor tenis de un torneo en el que sigue sin perder un solo saque y en el que sólo le queda un escollo para llegar a la final.
Robredo llegaba a la cita con el aval de haber batido a Roger Federer. Pero Nadal le planteó un partido muy distinto del del lunes y salió del vestuario con prisa por solventar el choque. Quizá pensando en los apuros que vivió contra Kohlschreiber o en pertrecharse para lo que le espera a partir del sábado, cuando se medirá a Richard Gasquet en la semifinal.
Robredo empezó el partido con un saque directo pero fue un espejismo a la luz de lo que se avecinaba. Nadal le rompió el servicio en el primer juego y no lo dejó ganar su saque ni una sola vez hasta el tercer juego del segundo set. El catalán hizo algunas dobles faltas y fue incapaz de encontrar ritmo durante la primera manga. En cierto modo por sus propios errores. Pero sobre todo por el poderío de la derecha de su adversario, que dominó los seis juegos de principio a fin.
Robredo sólo hizo dos puntos con su saque durante el primer set, que apenas duró 22 minutos y dejó la impresión de que se disputaba un choque muy desigual. En cierto modo no era una sorpresa. Nadal llegaba después de ganar 20 partidos consecutivos sobre pista dura y podía presumir de haber mantenido su saque intacto durante todo el torneo. Robredo nunca había ganado unos cuartos de final en un torneo grande y nunca había batido a su rival.
La segunda manga no fue muy distinta de la primera. Nadal volvió a romper el saque de su adversario en el primer juego y el público del Arthur Ashe Stadium empezó a vitorear cada punto de Robredo como si fuera una bola de set.
Se trataba de alargar como fuera el espectáculo en una pista en la que el público baila soul en los descansos y se divierte abucheando al magnate Donald Trump. Pero a Robredo sólo le alcanzó la gasolina para ganar su saque un par de veces. No para ganar el segundo set y contener el vendaval del mallorquín.
A Nadal le costó más romper el saque de su rival en la última manga. Robredo devolvió mejor los golpes de su adversario y llegó a salvar tres bolas de break. Pero el mallorquín le arrebató el servicio en el quinto juego y se adornó después con golpes imposibles que hicieron las delicias de un público que se fue a casa con ganas de más.
Nadal aspira ahora a llegar a la final del Abierto de Estados Unidos. Un torneo cuyo trofeo levantó hace tres años y en cuya final perdió hace dos. Este año el mallorquín acumula nueve títulos y 11 finales y sólo ha perdido tres partidos. Un registro reforzado por sus números sobre pista dura, que le han llevado a ganar los torneos de Montreal y Cincinnati antes de llegar a Nueva York.
Nadal se medirá en semifinales al francés Richard Gasquet, que derrotó a David Ferrer en un partido agotador que se resolvió en los últimos juegos del último set. Gasquet se ha enfrentado al campeón español en 10 ocasiones y no ha vencido ni una sola vez. En Nueva York sólo se midieron en la primera ronda de 2009 y Nadal lo barrió de la pista en sólo tres sets. Gasquet aspira a igualar la hazaña de su compatriota Cedric Pioline, que alcanzó las semifinales aquí en dos ocasiones y llegó la final en 1993. Sólo alcanzó las semifinales de un Grand Slam en Wimbledon hace siete años y nunca había llegado tan lejos en este torneo, donde cayó hasta tres veces en octavos de final.

cortesia elmundo.es

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