Maurice Ravel nació en 1875 en Ciboure, una pequeña ciudad de los pirineos bajos. Su ascendencia vasca y su infancia llena de antiguas canciones españolas, marcaron su musica. Otros tantos lo desmienten argumentando que pasó la mayor parte de su vida en Francia, y más concretamente en París. Su formación como músico tuvi influencia de maestros como Enrique Ghis o Charles René. Pequeñas obras como Variaciones sobre un coral de Schumann o el primer tiempo de Sonata, fueron los primeros ensayos que ya auguraban sus aspiraciones hacia el arte rebuscado. Cuando estudió y escuchó muchas obras de Schumann, este autor le apasionó; pero cuando conoció los Tres valses románticos, de Chabrier, le gustó mucho más su sensibilidad armónica.
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El joven Ravel entro en el Conservatorio, en la clase preparatoria de piano. Su primer premio como músico lo recibió de la dirección del propio conservatorio en 1891. Por aquella época, fue cuando el padre de Maurice le presentó a Erik Satie, un genio extraño que creaba sorprendentes armonías y obras, dando un nuevo impulso a la escuela francesa contemporánea. Pero, al parecer, lo raro de sus títulos y de sus “dedicatorias” hacían huir al gran público. En cuanto Satie su dio cuenta de las sorprendentes cualidades musicales de Ravel, no dudó un segundo en revelarle su última producción, "El hijo de las estrellas", descubriendo ante su juvenil sensibilidad todo un mundo armónico aun desconocido para él
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cortesia wikipedia
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