La totalidad de estos efectivos fueron expulsados de las fuerzas armadas, informó el presidente del servicio secreto militar del ejército, MAD,en declaraciones a la radio Deutschlandfunk, tras afirmar que "en el ejército alemán no hay lugar para el extremismo". Las explicaciones del MAD -uno de los tres brazos de los servicios secretos alemanes, junto a los de Interior y los de Exterior- siguen a las informaciones acerca de una supuesta creciente presencia de ultraderechistas en las fuerzas armadas. El gobierno de Angela Merkel decidió en 2011 la suspensión del servicio militar obligatorio, en aras de una reforma de las fuerzas armadas y una reducción paulatina de sus efectivos, de los 240.000 de entonces a un máximo de 185.000.
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