Ante unos tres millones de jóvenes que ocuparon cada centímetro de la playa de Copacabana, el Papa Francisco ofició esta mañana la Misa de Clausura de la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. Allí, pidió difundir la fe católica "sin miedo" y conquistar más adeptos para la Iglesia.
"Vayan, sin miedo, para servir", expresó el Papa al inicio de la homilía. Y explicó que la práctica cristiana "no puede quedar encerrada en su vida o en el pequeño grupo de la parroquia, del movimiento o de su comunidad", porque ello "sería como quitarle el oxígeno a una llama que arde".
"La fe es una llama que se hace más viva cuanto más se comparte, se transmite", enfatizó. Y completó: "El evangelio es para todos, no para algunos. No es sólo para los que nos parecen más cercanos, más receptivos, más acogedores. Es para todos. No tengan miedo de ir y llevar a Cristo a cualquier ambiente, hasta las periferias existenciales, también a quien parece más lejano, más indiferente".
cortesia clarin.com.ar
Sociedad Hispana Doylestown es una organización sin ánimo de lucro, fundada en 2007, en el Condado Bucks, Pensilvania, y aprobada por el IRS 501(c)(3). La organización está dedicada al estudio y valoración de la cultura ibérica y latinoamericana, incluyendo el idioma español, su literatura y sus artes. Nuestro objetivo es promover su conocimiento transcultural.
Becas Estudiantiles
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
El Papa reveló qué es lo que lleva en su portafolio negro que lo acompañó en su ida y al retorno de su viaje a Brasil. Lo hizo durante una charla con los periodistas.
ResponderBorrar“Recorre el mundo su foto con el portafolio en la escalera del avión. ¿Qué hay adentro?”, le preguntaron los periodistas.
"No estaba la llave de la bomba atómica", respondió, entre risas, el Papa.
"Lo llevé porque lo hago siempre", comentó Francisco. "Lo hago así cuando viajo. Hay una afeitadora, el breviario, la agenda y un libro para leer sobre santa Teresita", agregó el Pontífice, quien además les solicitó a los periodistas que se acostumbren “a la normalidad de las cosas de la vida”