Era hija de Fernando I, Rey de las Dos Sicilias (1751-1825), hijo de Carlos III de España, y de su esposa la Archiduquesa María Carolina de Austria (1752-1814), hermana favorita de la Reina María Antonieta de Francia, lo que la convertía en sobrina de la misma. Era pues la nieta de Francisco I de Lorena y María Teresa I de Habsburgo, fundadores de la rama dinástica Habsburgo-Lorena.
Recibió una educación esmerada con lo cual desarrolló sentimientos de bondad y una natural honorabilidad que le hizo ganarse en su círculo familar el apodo de 'La Santa'. Trasladándose desde Nápoles en 1798, escapó la familia real napolitana hacia Palermo, y desde 1800 hasta 1802, María Amalia y su madre se instalaron con la corte Austriaca.
En 1806, la familia estuvo viajando de nuevo para evitar a los ejércitos de Masséna, y durante esta segunda estadía de su padre en la corte en Palermo, ella conoció al exiliado Luis Felipe, posteriormente Duque de Orleans, hijo mayor de Luís Felipe II, Duque de Orleans. El 25 de noviembre de 1809, contrajo matrimonio con Luis Felipe en Palermo, Sicilia.
De regreso a Francia en 1814, el Duque y la Duquesa de Orleans apenas se habían establecido en el Palacio Real en París cuando los "Cien Días los condujeron al exilio. María Amalia tomó el refugio con sus cuatro niños en Inglaterra, donde ella pasó dos años en la Casa de los Orleans, Twickenham; otra vez en Francia en 1817, su vida en Neuilly hasta 1828 fue el período más feliz de su existencia. Ni entonces ni en cualquier otro tiempo hizo ella toma cualquier parte activa en la política; pero ella no era la influencia indirecta sobre asuntos, porque su monarquismo fuerte y sus tradiciones legitimistas impidieron a la Corte incluirla en la sospecha con las cuales las opiniones liberales de su marido fueron consideradas. Su atención fue absorbida por el cuidado y la educación de su numerosa familia, aún después de que la revolución de 1830 la hubiera convertido en Reina de los franceses. Durante su segundo exilio, desde 1848 hasta el final de su vida, ella vivió en Claremont, donde su caridad y piedad la hicieron admirar por muchos amigos ingleses de la familia de Orleans. María Amalia falleció en el exilio, en Claremont en Surrey, Inglaterra.
Uno de sus hijos fue elPríncipe Antonio, Duque de Montpensier, nacido en 1824 y fallecido en 1890, el que llego a ser Infante de España después de casarse con Luisa Fernanda (1832 - 1897), hija de Fernando VII de España y hermana de Isabel II.
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