Una vez mas con "Corralito Cambiario".

La presidenta Cristina Fernández ordenó mantener el cepo cambiario
Diez días atrás el Gobierno, Kirchner decidió "probar" la demanda de dolars. Fue en los primeros dos días hábiles de mayo, cuando relajó sensiblemente los controles a la compra de dólares. La demanda de dolars se disparó a los niveles que había tenido en la corrida cambiaria de octubre-noviembre de 2011.  Ni bien llegaron los números a la presidente, Kirchner ordenó redoblar el cepo cambiario y le pidió explicaciones por el “relajamiento” cambiario.  Hace una semana, fue una tarea imposible comprar dólares en la Argentina. El resultado fue un repunte del 'dólar blue' o informal, que en una semana escaló ocho centavos y terminó a un 'valor récord' de $ 5,18. Pero la orden de Kirchner fue taxativa y las trabas podrían ajustarse más en estos días.   Un directivo de banco describió la situación actual: “En lo peor de la corrida cambiaria del último trimestre del año pasado perdíamos 25 millones de dólares/por día. Con los nuevos controles, bajó a un promedio de entre 4 y 6 millones de dólares/día en los primeros meses de 212. Pero en los primeros dos días de mayo saltó de nuevo a 21 millones de dólares”.
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Las exportaciones, que habían mostrado el peor registro en más de 2 años, arrojaron un dato más desalentador aún en abril (todavía no publicado por el gobierno...?).  El gobierno se  apuro a desmantelar la mayor parte de la resolución que tan sólo 15 días atrás había reducido el plazo de liquidación de los exportadores y, tambien redoblar las trabas a las importaciones.  A la salida de dólares vía financiera, se le suma la desaceleración imprevista de las exportaciones, que tira por tierra los "aparentes beneficios” de las trabas a las importaciones. Los buenos precios de soja no compensan las menores ventas derivadas de la baja en la cosecha que generó la sequía. En los últimos días tanto el Depto. de Agricultura de USA,  como la Bolsa de Cereales local redujeron sus estimaciones de cosecha para 2012. Desde los 2007, la inflación anual promedio fue del 21%, mientras que la devaluación del dólar alcanzó el 8% y la suba de precios en el resto de los países, con los que comercia la Argentina, fue muy inferior a la doméstica. El tipo de cambio real multilateral se deterioró sensiblemente.