viernes, 24 de enero de 2014

UN EX PRESIDENTE FUTBOL

Sandro Rosell es desde las 20.52 horas de ayer un ex. El trigésimonoveno presidente culé presentó su dimisión «irrevocable» tras descubrirse que pagó al menos 95 millones de euros por el fichaje de Neymar y no los 57 que declaró públicamente en junio. La existencia de comisiones ocultas, desveladas por EL MUNDO, entre otras una de 2,5 millones teóricamente para los niños de las favelas de São Paulo, pusieron la puntilla a un dirigente implícitamente imputado tras aceptar el juez Ruz la querella presentada por un socio, el independentista Jordi Cases, por apropiación indebida en su modalidad de distracción.
Rosell cede el testigo a su íntimo Josep Maria Bartomeu, que también firmó algunos de los contratos irregulares suscritos entre el Barça y el 11.Josep Maria Bartomeu, que cumplirá 50 años dentro de 13 días, es un reputado ingeniero propietario y consejero delegado de una empresa líder mundial en materia portuaria y aeroportuaria. El elegido es, sin embargo, un presidente con pies de barro. Por una sencilla razón: suscribió de su puño y letra varios de los contratos irregulares que sirvieron para arrebatar al Santos a la gran esperanza del fútbol brasileño, al artista del balón al que muchos ven como el sucesor de Cristiano Ronaldo y Leo Messi en el cetro del fútbol universal.
Quien dice la verdad y quien miente?

cortesia  elmundo.es

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