" En una sola vuelta de ruleta juegan US$ 20 mil.
Está lindo para ganar, ¿no?”, comenta uno de los empleados con más años del casino boutique Mantra, ubicado dentro del hotel cinco estrellas en la zona de La Barra. Allí, la sala VIP fue inaugurada este verano para brindar un servicio distinto. “Quienes llegan sabiendo que van a pasar un buen rato en el casino, programan su estANCIA con anticipación. El contacto empieza desde antes de viajar y se los espera con las comodidades que deseen. Son generalmente empresarios que buscan discreción ”, detallan desde el hotel. En el recientemente inaugurado VIP, definido como “un lugar de refugio”, los mínimos de apuesta en las mesas comienzan en los US$ 25, diez veces más que en el resto de los salones. “De todas formas, el que viene acá apuesta mucho más que ese mínimo”, aseguran. Por eso, también las fichas de pago sorprenden: la más buscada es la anaranjada circular, porque quien la gane podrá cobrar US$ 50 mil. Las opciones más elegidas son ruleta, póker y black jack.
Recesion?
El otro casino que recibe jugadores VIP es el histórico Conrad, frente a la parada 4 de la playa Mansa. Quienes deseen apostar en un ambiente más íntimo, sin ser vistos por las miles de personas que recorren slots y mesas de juego, pueden gestionar la visita a una sala exclusiva “para satisfacer cada uno de sus requerimientos”. Allí, apostar US$ 10 mil en una mesa es “un vuelto”. Las salas de casino VIP no fueron excepción a la regla que este verano se impuso en Punta del Este: también recibieron menos argentinos. Quienes trabajan allí dan fe: “Se notó que las fichas de US$ 20 mil no las jugaban tan rápido como otros años. Y además lo vimos porque son los que dejan más propina cuando ganan. Y festejan mucho”
cortesia canradenchaine
No hay comentarios.:
Publicar un comentario