El gobierno peruano de Ollanta Humala aceptó anoche la renuncia del embajador en la Argentina, Nicolás Lynch, por haber recibido en Buenos Aires a integrantes de Movadef, una agrupación acusada de ser representante de la organización terrorista Sendero Luminoso. El diario La República confirma la noticia adjudicándosela a fuentes de la Cancillería y hoy se conocería en el diario estatal La actitud del diplomático generó un escándalo en Lima, donde varios legisladores criticaron su actitud y exigieron su destitución. El canciller peruano, Rafael Roncagliolo, había ordenado a Lynch que regrese de inmediato a Lima para dar explicaciones, especialmente después de las declaraciones que hizo a radios argentinas.
El embajador admitió que se reunió con integrantes del Movadef –Movimiento Amnistía y Derechos Fundamentales– tras una manifestación que hicieron el mes pasado frente a la sede diplomática. “No eran muchos, yo los recibí, eran peruanos. La embajada es la casa de los peruanos. Y creo que yo no estoy acá para juzgarlos, yo estoy acá para recibirlos e informar a la Cancillería”, argumentó Lynch. Explicó, además, que los manifestantes le entregaron “un documento que demandaba amnistía para Abimael Guzmán –líder y fundador de Sendero Luminoso que cumple una condena a cadena perpetua– y sus seguidores”. El problema para Lynch es que recibió a los dirigentes del Movadef cuando Perú viene marcando una ofensiva contra esa agrupación por su actividad política para captar adhesiones en países de la región. Desde hace un tiempo el Movadef impulsa una amnistía general para policías, militares y jefes guerrilleros que participaron en el conflicto interno que vivió Perú entre 1980 y mediados de los años 90, que dejó cerca de 70.000 muertos. Por eso, en los últimos días la agrupación protagonizó manifestaciones en Argentina, Chile y México y colocó carteles con el rostro de Guzmán en los exteriores de las embajadas peruanas. En Buenos Aires, los representantes de la agrupación, cuya inscripción como partido político fue rechazada el año pasado por el Jurado Nacional de Elecciones, también se reunieron con el premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. La secretaria ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, Rocío Silva, afirmó que Esquivel fue sorprendido por la maniobra del Movadef. “Lo que intentaron fue hacer pasar a Abimael Guzmán como un luchador social, cuando en realidad ha sido el ideólogo de una propuesta de guerra popular, que inició una matanza en Perú. Eso dista mucho de lo que es un luchador social”, afirmó.
cortesia clarin.com.ar
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