TAMBIEN ELLOS CRUZ ROJA

La Casa Real colabora con Cruz Roja desde 1889, cuando la Reina María Cristina aceptó la presidencia de honor de la organización. Con la monarquía en sus horas más bajas, la llamada Fiesta de la Banderita se ha convertido en una ocasión única para mejorar la imagen de los miembros de la Casa Real, como el heredero y su esposa han dejado patente este jueves.
Aunque es el tercer año que se pasea por el centro de Madrid con motivo del día de la Cruz Roja, la imagen de Don Felipe aguardando ante el semáforo del kilómetro cero de la Puerta del Sol sigue causando sorpresa mayúscula en viandantes y turistas. Este año, el Príncipe de Asturias ha vuelto a pasear por el centro de Madrid, visitando las mesas petitorias presididas por su familia, pero ha sido Doña Letizia quien ha acaparado objetivos en el famoso 'Día de la Banderita', con unos gestos que parecen querer despejar las críticas que ha recibido últimamente.
Y es que, tras un verano con comentadas ausencias y rumores de crisis, la princesa -a quien algunos tachan de distante- ha mostrado este jueves su cara más desenfadada: pegatinas para fotógrafos y moteros y gestos de cariño hacia su esposo, quien tras visitar las mesas presididas por su madre y su hermana se acercó (de nuevo a pie) a la mesa de la plaza de Santa Cruz que presidía su esposa.
Numerosos madrileños de todas las edades se han acercado a la plaza -en la que se encuentra la sede del ministerio de Asuntos Exteriores- para depositar su donativo y, en su mayoría, para saludar a la Princesa y fotografiarse con ella.

cortesia elmundo.es