sábado, 26 de octubre de 2013

S.P MORRISEY IRLANDA


Uno de los dichos más famosos del poeta irlandés William Butler Yeats es que hay que elegir entre la perfección en la vida y la perfección en la obra. Vamos a aplicar esta moraleja al cantautor inglés, nacido y criado en un tétrico Manchester, Steven Patrick Morrissey. Podríamos haber usado el siempre abusado adjetivo "legendario" sin equivocarnos o exagerar en lo más mínimo. Morrissey, hoy con 54 años, es indiscutiblemente una de las grandes figuras de la cultura británica de la segunda mitad del siglo XX –dentro del rubro cultura popular, por supuesto– pero aun así, la importancia de su arte no es menor que la del poeta Philip Larkin, el actor Ian McKellen, o el dramaturgo Harold Pinter, por ejemplo.
En 2006, la BBC hizo una encuesta nacional preguntando "¿quién es nuestro mayor icono cultural viviente?". Y Morrissey quedó en el puesto número dos, por delante de Paul McCartney y David Bowie, entre muchos otros. La semana pasada, la clásica revista inglesa de rock NME votó al disco The Queen is Dead de The Smiths –la banda que lideró Morrissey entre 1984 y 1987– como el mejor álbum de todos los tiempos. Por encima de todos los álbums de The Beatles, The Rolling Stones, Bob Dylan y quien más quieran incluir. Este mes, Morrissey también publicó su autobiografía en el sello Penguin Classics que, hasta ahora, se dedicó exclusivamente a editar las obras literarias, históricas y filosóficas canonícas de la humanidad, como el Libro del Tao o El Capital de Marx. Pero ya volveremos a ese tema. Ahora volvemos a la idea de Yeats.
cortesia clarin.com

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