De acuerdo al diario francés Le Figaro, los hombres compraron bebidas en el free shop del aeropuerto y ya adentro del avión comenzaron a beber. Pasado un tiempo de vuelo, el grupo empezó a sentir los efectos del alcohol y comenzó a bailar por los pasillos y a incomodar a los demás pasajeros.
Ante esta situación incontrolable, los pilotos decidieron aterrizar el avión en el aeropuerto de Beauvais, en París. Según detalla el diario español El Mundo, el director de Comunicación de Ryanair, Robin Kiely, explicó que no se trató de un "aterrizaje de emergencia" sino de un "desvío del vuelo a otro aeropuerto" por el comportamiento de un grupo de pasajeros.
La compañía aérea pidió disculpas a los otros 160 pasajeros "por las molestias que les haya ocasionado y por el retraso causado en su viaje", pero aclaró que "no tolerará a pasajeros conflictivos".
Los vuelos con personas alcoholizadas se convirtieron en frecuentes en los últimos tiempos en los vuelos procedentes del Reino Unido e Irlanda con destino a la isla de Ibiza. El medio español cuenta como ejemplo que la aerolínea irlandesa Aer Lingus decidió declarar la ley seca como medida excepcional para su línea Dublín-Ibiza.
La ocurrida en el vuelo de Ryanair, fue una situación similar a la vivida a mediados de agosto cuando 30 pasajeros descontrolaron un vuelo de la misma compañía que unía las ciudades de Prestwick, también en Escocia, y la isla de Ibiza. En esa oportunidad, amenazaron con convertir el vuelo en un viaje suicida y simularon la violación de las azafatas.
cortesia clarin.com
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