Felipe II |
Hijo y heredero de Carlos I de España e Isabel de Portugal, hermano de María de Austria y Juana de Austria, nieto por vía paterna de Juana I de Castilla y Felipe I de Castilla y de Manuel I de Portugal y María de Aragón por vía materna; murió el 13 de septiembre de 1598 a los 71 años de edad, en el monasterio de San Lorenzo de El Escorial, para lo cual fue traído desde Madrid en una silla-tumbona fabricada para tal fin.
Desde su muerte fue presentado por sus defensores como arquetipo de virtudes, y como un monstruo fanático y despótico por sus enemigos. Esta dicotomía entre la Leyenda Blanca o Rosa y Leyenda Negra fue favorecida por su propio accionar ya que se negó a que se publicaran biografías suyas en vida y ordenó la destrucción de su correspondencia. La historiografía anglosajona y protestante lo ha calificado como un ser fanático, despótico, criminal, imperialista y genocida minimizando sus victorias hasta lo anecdótico y magnificando sus derrotas en exceso. Basta como ejemplo la pérdida de una parte de la Armada Invencible -denominada la Grande y Felicísima Armada- debido a un fuerte temporal, que fue transformada en una victoria inglesa.
Felipe II |
Su padre, el príncipe Carlos (1545 a 1568) y el problema dinástico
El príncipe Carlos nació en 1545, hijo de su primera esposa María de Portugal con la que se casó dos años antes y la cual murió en el parto. Caracterizado por su desequilibrio mental, de muy posible origen genético pues tenía cuatro bisabuelos (en lugar de los ocho naturales) y seis tatarabuelos (en lugar de dieciséis), tuvo una complexión débil y enfermiza. Fue educado en la Universidad de Alcalá junto al hermanastro del rey, don Juan de Austria. Conspiró con poco disimulo con los rebeldes flamencos contra su padre. Tras asombrosos escándalos relacionados con esto, como el intento de acuchillar en público al Duque de Alba, fue detenido por su propio padre, procesado y encerrado en sus aposentos. Posteriormente fue trasladado al Castillo de Arévalo donde murió de inanición (se negaba a comer) y en total delirio en 1568. Este terrible hecho marcó profundamente, y de por vida, la personalidad del monarca.
De su segundo matrimonio con María I de Inglaterra no hubo hijos, pero de su tercer matrimonio con Isabel de Valois tuvo dos hijas, con lo que al morir en 1568 Isabel de Valois y su primogénito Carlos, Felipe II se encontró con 41 años, viudo y sin descendencia masculina. Éste fue uno de los peores años para Felipe II: a la tragedia personal se unían la rebelión en los Países Bajos y las Alpujarras, el avance imparable de la herejía protestante y calvinista en Francia y Europa Central, la piratería berberisca y el resurgir de la amenaza otomana tras el fracaso del Sitio de Malta y la muerte de Solimán el Magnífico.
En 1570, Felipe II se casó por cuarta vez, con Ana de Austria, hija de su primo el emperador Maximiliano II, con quien tuvo cuatro hijos, de los cuales sólo uno, Felipe (14 de abril de 1578 – 31 de marzo de 1621), futuro Felipe III, llegó a la edad adulta. Quedando finalmente resuelto el problema de la descendencia, Ana de Austria múrió en 1580. Felipe II no volvió a casarse.
cortesia wikipedia.es
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