sábado, 13 de julio de 2013

TAPON HISTORICO PAMPLONA

El acceso a la plaza de toros de Pamplona se ha convertido en una ratonera, en una trampa para los corredores que intentaban llegar al ruedo. Decenas de mozos han resultado aplastados por una gran masa humana que ha colapsado el último tramo del callejón, justo antes de pisar el albero, hasta impedir el acceso de toda la manada, que ha permanecido pisoteando a los jóvenes sin lanzar cornadas.
Un total de 23 personas han sido hospitalizadas al resultar heridas tras una carrera dramática y angustiosa. De entre todos ellos destaca la situación de un joven de Vitoria, de 19 años, que se encuentra muy grave y sufre traumatismo torácico y síndrome de asfixia. Hay un segundo paciente, de origen irlandés, que también presenta síndrome de asfixia, pero de menor gravedad. Además, hay dos heridos por asta de toro, aunque su estado no reviste peligro y una persona que ha sufrido un infarto al lado del callejón.
La situación ha sido dramática: algunos trataban de sacar a los que estaban debajo sin conseguirlo. Es difícil determinar cuántas personas estaban atrapadas. ¿Y cómo empezó todo? Pues más de un minuto antes de que los toros llegasen a la plaza: la marea de jóvenes que querían entrar a la plaza sin intención de correr el encierro fue tropezando y creando una monumental montonera.
Los rostros de los que se veían allí, sin posibilidad de salir, mostraba la angustia y el dramatismo propios del momento. Por detrás, los toros y los cabestros trataban de hacerse hueco y atravesar la barrera humana, sin conseguirlo. El arenero tomó una decisión acertada: abrir paso a la manada por el callejón del ruedo, lo que fue una solución perfecta, ya que los toros finalmente consiguieron llegar a los toriles sin provocar más incidentes.




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cortesia elmundo.es

2 comentarios:

  1. Es una preocupación que va de boca en boca en los últimos años por los amantes de los sanfermines, ya sean navarros, del resto de España o extranjeros: la fiesta está muriendo de éxito. Hace ya tiempo que se parecen poco a un encierro al uso y han perdido muchas de las virtudes que estaban en la raíz de su esencia.

    El problema es la masificación, evidentemente, pero sobre todo la masificación sin sentido. Los cientos de jóvenes que llegan a Pamplona sin haber visto en su vida un toro en directo, con la única referencia de la épica que leyeron en Hemingway y la espectacularidad de las imágenes de televisión.

    ¿Qué se puede hacer para evitar dramas como el tapón de este sábado? ¿Cómo lograr que no se repitan carreras tan masificadas como la del 7 de julio de este año? Repetidamente se vienen proponiendo soluciones que van desde cobrar una tasa a requerir la inscripción previa, obligar a correr vestido de blanco o exigir una edad mínima o años de experiencia.

    Cualquiera de estas soluciones no son más que trabas arbitrarias que, de hecho, reducirían el número de participantes en el encierro (unos miles están en Pamplona, unos cientos corren el encierro), pero no garantizarían la calidad de los mozos.

    Esa misma masificación que ayuda a reducir el número de corneados (a mayor número de corredores, menor capacidad tiene el toro para identificar a su presa y lanzar cornadas) está acabando con el encierro. Ahora es el momento de iniciar una reflexión en frío y buscar respuestas para San Fermín 2014.

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  2. Uno de los corredores heridos en el sexto encierro de San Fermín ha perdido el bazo como consecuencia de una herida de asta en el abdomen. Patrick E., de 20 años y originario de Connecticut (Estados Unidos), fue corneado en la Cuesta de Santo Domingo por uno de los toros de El Pilar. El herido fue trasladado inmediatamente al Complejo Hospitalario de Navarra, donde tuvo que ser operado para extirparle el bazo tras sufrir una hemorragia interna. El joven podrá seguir haciendo vida normal, si bien el cuerpo perderá parte de su capacidad para combatir las infecciones, ya que la función principal del bazo es fabricar anticuerpos.

    Otros dos corredores continúan ingresados por heridas de asta. Diego M.V., de 31 años y natural de Morella (Castellón), permanece en estado grave tras ser corneado en la calle Estafeta. Sufre tres heridas por asta: una de seis centímetros en la ingle derecha, otra de cinco centímetros en la rodilla derecha y una tercera de cinco centímetros en el muslo izquierdo. Por su parte, J.B.P., de 42 años y vecino de Terrassa (Barcelona), presenta dos heridas de cinco y siete centímetros en el brazo derecho y otra de seis centímetros en la axila.

    Además de los tres heridos por asta de toro, otras dos personas se encuentran ingresadas por contusiones. El primero, un hombre de Estados Unidos de 48 años, sufre un traumatismo torácico con fracturas costales múltiples y fractura nasal. El segundo, un vecino de Velilla de San Antonio (Madrid) de 34 años, presenta policontusiones.

    Por su parte, dos corredores han recibido el alta médica después de que fueran diagnosticados por los servicios médicos. B.H., de 50 años y natural de Gales, tenía una fractura metafisiaria de radio; mientras que X.I.D., de 32 años y vecino de Pamplona, presentaba un traumatismo en la extremidad inferior izquierda.

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