Después de más de tres años de espera, la 34ª Copa América debía levantar el telón este domingo (21.15 horas en España) con la disputa del primer duelo de la Copa Louis Vuitton, competición cuyo ganador se enfrenta al defensor del trofeo. Pero uno de los sindicatos, el Luna Rossa, ha anunciado que no estará en la línea de salida. Un boicot en toda regla, puesto que sólo dos equipos han conseguido tener a tiempo sus AC72, ultrarápidos y peligrosos catamaranes de vela rígida, para salir al campo de regatas. Sin los italianos no hay regata posible, aunque su rival, el Team New Zealand, completará en soledad el recorrido para sumar su primer punto. Esta edición de la madre de todas las regatas, llamada por sus creadores a revolucionar el mundo de la vela, hace tiempo que fracasó. Ahora roza uno de los mayores ridículos en la historia del deporte.
El sindicato de Patrizio Bertelli, dueño de la firma Prada junto a su esposa Miucca Prada, lleva días amenazando con tumbar la celebración de la Copa Louis Vuitton. El accidente que sufrió el AC72 de Artemis en mayo y que se cobró la vida del campeón olímpico Andrew Simpson, provocó una exhaustiva revisión de los multicascos. El director de regata, Iain Murray, presentó 37 medidas para garantizar la seguridad a bordo, aunque uno de los puntos ha desenterrado el hacha de guerra.
cortesia elmundo.es
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