"Los puentes no se han roto nunca. El gobierno español no ha roto nunca los puentes con Venezuela", afirmó el ministro García-Margallo a los periodistas en Madrid.
El canciller español aseguró haber mantenido "reuniones muy frecuentes" con las autoridades venezolanas, la última de ellas con el exembajador en España, Bernardo Álvarez, ahora viceministro de Relaciones Exteriores del gobierno de Maduro.
"La clave es el respeto y resolver los problemas como lo que son, problemas de familia", agregó García-Margallo.
Después de la elección de Maduro como presidente venezolano, a inicios de año, las relaciones bilaterales sufrieron estremecimientos. Maduro llamó a consultas al entonces embajador Álvarez el 15 de abril después de que García-Margallo afirmase que el ajustado resultado de los comicios "sea cual sea el veredicto final (...) certifica que hay una polarización muy fuerte en Venezuela".
Además, aconsejó "un acuerdo y un diálogo franco entre todas las fueras políticas".
Pese a que García-Margallo aseguró que no debía pedir disculpas por estas declaraciones, su ministerio emitió inmediatamente un comunicado en el aceptaba la designación de Maduro como presidente.
No obstante, el príncipe Felipe no acudió a la toma de posesión del nuevo presidente venezolano, como es su costumbre, y España estuvo representada por el presidente del Congreso de los diputados.
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