martes, 15 de enero de 2013

FRANCIA SE PREPARA PARA DEFENDER MALI


El ministro francés del Interior, Manuel Valls, dijo en una entrevista radiotelevisada, señaló que hay "una amenaza presente" de atentados terroristas en Francia, como lo pusieron en evidencia las masacres cometidas en marzo en Toulouse y su región, por el joven integrista Mohamed Merah, y también el desmantelamiento en septiembre de una célula que "iba a pasar a la acción". Pero al ser preguntado en concreto sobre la amenaza de actuar contra Francia de los grupos que controlan el norte de Mali en represalia por la operación militar francesa, respondió que "hay que ser prudente. Me cuidaré de dar una respuesta definitiva". Puso el acento en que "hacemos frente a un enemigo exterior y a un enemigo interior" y que los servicios secretos "están particularmente atentos" dentro y fuera de Francia. Recordó que se han intensificado los controles en algunas de las principales infraestructuras de transportes y citó en particular el caso de los puertos del Mediterráneo.

También se refirió a los 700 militares que participan en París en labores de seguridad, junto a las fuerzas del orden.  Valls se felicitó de la "unidad nacional" de las fuerzas políticas en torno a la decisión del presidente,  de lanzar la operación militar en Mali. Una operación que justificó para evitar la caída de la capital, Bamako, en manos de "los grupos terroristas", donde se concentran la mayor parte de los alrededor de 6.000 franceses que viven en esa antigua colonia francesa. El titular de Interior dijo que los miembros de su Gobierno son "conscientes de los riesgos que corren" los rehenes franceses secuestrados en el Sahel, en manos de Al Qaeda en el Magreb Islámico, pero argumentó que la inacción en Mali tampoco habría cambiado su suerte.
Mauritania ha reforzado el control de su frontera con Mali para impedir toda infiltración de combatientes extranjeros,  segun una fuente militar en Nuakchot, al tiempo que acoge a los civiles huidos de ese país tras el estallido de hostilidades. Sin llegar a "cerrar" su frontera, como el domingo hiciera Argelia, el otro gran vecino de Mali, Mauritania "ha reforzado su capacidad con hombres y medios" militares desde la pasada semana, dijo esta fuente, que pidiera el anonimato. En contrapartida, las autoridades mauritanas han abierto las fronteras para acoger a los civiles malienses que huyen de la guerra y que llegan sobre todo a la ciudad de Vassala, a solo 5 kilómetros de la frontera con Mali. Según las últimas cifras,  hay unos 100.000 refugiados malienses en Mauritania, acogidos en el campamento de M'berra. Mauritania tiene más de 2.200 kilómetros de frontera con Mali, al sur y al este, y es esta última (la del Este) la más conflictiva por situarse en la zona controlada hasta ahora por los rebeldes. Las operaciones aéreas contra los rebeldes islamistas que controlan casi dos tercios del territorio maliense llevan desarrollándose ya cinco días, lideradas por la aviación francesa, y han forzado a los rebeldes a retirarse de las principales ciudades que controlaban. Mauritania ha declarado que no participará en la guerra de Mali, pero que rechazará con toda firmeza toda tentativa de infiltración de combatientes islamistas extranjeros.
cortesia elobservador

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