Aunque ya había utensilios parecidos en la Oldani clásica (Lombardia) y el Imperio Romano, el tenedor apareció como tal hacia el 1077. El tenedor llegó a Europa procedente de Constantinopla a principios del siglo XI de la mano de Teodora, hija del emperador de Bizancio Constantino Ducas. Lo llevó a Venecia al contraer matrimonio con Doménico Selvo, Dux de aquella república. Pero Teodora, para sus contemporáneos, era tachada, por ésta y otras refinadas maneras orientales, como escandalosas..
Mas fue en Francia donde se hizo realmente popular, allá por el siglo XVI, gracias a Catalina de Médicis que lo introdujo en la corte francesa al casarse con el rey Enrique II. Como curiosidad cabe añadir que además de usar el tenedor para comer, Catalina lo usó para rascarse la espalda. La fama de cursi que tenía este utensilio lo hizo quedar en un segundo plano frente a comer con las manos hasta al siglo XVIII.
Con la entrada al occidente de la comida oriental, se ha presentado la posibilidad de comer todo con palitos (excepto los alimentos liquidos)
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