jueves, 13 de febrero de 2014

DESGARRO ARTE

En accion
Aurora Carbonell se enamoró de Enrique Morente cuando tenía 17 años, era bailaora y pintaba desde niña. La exposición que se inaugura en el Teatro Español el próximo sábado 'La Aurora de Morente' responde a una promesa hecha al cantaor de que iba a enseñar su obra. "El arte me salvó la vida" explica la artista sobre una obra nacida sobre el dolor de la ausencia. "No sé de dónde lo ha sacado" dice con admiración su hija Estrella Morente y luego se contradice: "Bueno, sí que lo sé", y miras esos cuadros y ves una vida al lado de Enrique Morente y sientes el desgarro y el grito inconsolable. La admiración al artista y al ser querido.
Aurora reconoce la terapia y el cariño de los suyos. "Es una obra virgen, nacida del alma. Hecha para calmar y aliviar mi dolor por la ausencia inesperada de mi compañero". Dos palabras repetidas: dolor y ausencia. Abstracción y llanto. Los títulos de los lienzos no dejan lugar a dudas: 'La Aurora rota', 'Malaya sea este sueño' o 'El llanto de la guitarra'. No hay un estilo definido más allá del protagonismo de un Morente omnipresente en retratos emocionados con su perfil más rockero, caso de 'Omega', que en 'Alegro soleá' se transforma en arte pop teñido de azul. En una instalación se contemplan los ojos de Picasso que Aurora pintó sobre la chaquetilla que portaba el cantaor en su inolvidable concierto en el Gran Teatro del Liceo de Barcelona apenas dos meses antes de su fallecimiento.

cortesia elmundo.es

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