En los últimos años los supermercados se han poblado de una nueva variedad de súperalimentos: barritas de cereal que previenen las enfermedades cardiovasculares, yogures bebibles que disminuyen el colesterol, leches descremadas que reducen los riesgos de padecer osteoporosis. Son los llamados alimentos funcionales, es decir, alimentos que además de nutrir nuestro organismo tienen la capacidad de prevenir o disminuir el riesgo de contraer alguna enfermedad. Esta tendencias mundial comenzó a principios de los años 80 en Japón, casualmente uno de los países más saludables del mundo. “Japón fue líder en el tema”. “Fue el primer país que habló sobre estos alimentos y los reguló. Se dieron cuenta de que promover alimentos que ayudaran a una mejor calidad de vida redundaba en beneficio de todos y reducía los gastos en salud pública. También en Europa y los Estados Unidos hay muchos productos en el mercado.” Desde hace algunos años, este tipo de productos también existen en nuestro país. La novedad es que cada vez son más y que es impresionante la variedad que podemos encontrar. Ya casi no hay rubro de alimento que no tenga su versión mejorada al lado de la tradicional. Y no sólo una, sino varias versiones según la necesidad del paciente… perdón, del consumidor. ¿O será que ir al supermercado se está pareciendo cada vez más a ir a la farmacia? Bueno, ya lo dijo Hipócrates hace 2.400 años: “Que tu alimento sea tu medicina”. Parece que lo estamos logrando
cortesia clarin.com
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