lunes, 25 de noviembre de 2013

VISA AMERICANA TURISMO


¿Vengo a EE.UU. a ejercer la prostitución? ¿Pertenezco a un clan o a una tribu? ¿Tengo tuberculosis o lepra infecciosa?
Acabo de renovar mi visa estadounidense de turista por cinco años, después de contestar honestamente "no" a esas y muchas otras preguntas.En la embajada de EE.UU. en Londres el sistema de colas basado en tickets estaba bien organizado, había café gratis, el personal consular que me entrevistó estaba de buen humor y se me devolvió mi pasaporte con una visa nueva sólo tres días después.Pero a medida que completaba el formulario de solicitud antes de mi cita en la embajada, me pregunté cuál era el propósito de preguntar "¿piensa participar en actividades terroristas durante su estadía en los Estados Unidos?" Seguramente quienes piensan hacerlo marcarán “no”.¿Por qué algunas preguntas son tan imprecisas? Por ejemplo, en el formulario que tenía que rellenar (como periodista, requiero un determinado tipo de visa), se me preguntó si alguna vez había sido responsable como funcionario de gobierno de “violaciones particularmente graves de la libertad religiosa.” ¿Qué significa particularmente grave? ¿Acaso son aceptables las violaciones leves de la libertad religiosa?O tomemos por ejemplo el formulario del Sistema Electrónico para la Autorización de Viaje (ESTA) que los visitantes con una exención de visa de EE.UU. deben completar (esto incluye turistas de muchos países de Europa y algunos otros): “¿ha sido usted arrestado o condenado por un delito que implique bajeza moral?”¿Qué es un delito que implique bajeza moral? ¿Acaso el aceptar los puntos de otros por exceso de velocidad cuenta como bajeza moral cuando una encuesta de opinión de la organización de automovilistas AA reveló que 300,000 personas en el Reino Unido habían hecho eso?Y, finalmente, ¿cómo llegaron a ser los formularios de solicitud de visa de EE.UU. una aglomeración tan curiosa de preguntas?Mi primera pregunta –si acaso los criminales responden honestamente a preguntas incriminatorias– es una que casi todo solicitante de visa se postula. “Los clientes siempre dicen: ‘¿Estás bromeando? ¿Acaso hay alguien que respondió ’sí'?'”, dice una abogada de inmigración de EEUU basada en Londres.También es el misterio más fácil de resolver. El objetivo de estas preguntas es que, si se contestan con una mentira, entonces el solicitante obtuvo una visa mediante fraude o engaño y puede ser deportado si se le descubre, ya sea durante una visita, o posteriormente si obtiene el derecho a vivir en EE.UU. Voila!!!

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cortesia elobservador.com

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