Ariel Castro, el hombre que mantuvo en cautiverio a tres mujeres durante más de una década en la ciudad de Cleveland (EE.UU.), aceptó hoy la condena a cadena perpetua, sin opción a libertad condicional, más 1.000 años de prisión para evitar así enfrentarse a la pena de muerte.
Castro, de 53 años y de origen puertorriqueño, aceptó el acuerdo alcanzado entre su defensa y la fiscalía, que no le permitirá salir jamás de prisión.
Durante una audiencia preliminar en Cleveland (Ohio), el juez Michael Russo preguntó en varias ocasiones a Castro si entendía que mediante el acuerdo estaba asumiendo la autoría de los hechos, así como que nunca podría volver a estar en libertad.
Castro, de 53 años y de origen puertorriqueño, aceptó el acuerdo alcanzado entre su defensa y la fiscalía, que no le permitirá salir jamás de prisión.
Durante una audiencia preliminar en Cleveland (Ohio), el juez Michael Russo preguntó en varias ocasiones a Castro si entendía que mediante el acuerdo estaba asumiendo la autoría de los hechos, así como que nunca podría volver a estar en libertad.
cortesia elobservador.com
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