La ascensión de Guillermo Alejandro al trono holandés en abril será un momento resplandeciente en el escenario mundial para su esposa, Máxima, y su país de origen, pero habrá una ausencia notoria en la ceremonia. El reciente anuncio de la reina Beatriz de que abdicará para permitir que su hijo sea rey trajo nuevas dudas sobre el padre de la futura reina, Jorge Zorreguieta, quien actuo como ministro durante el bobierno militar argentina de 1976 a 1983. Los padres de Máxima no pudieron acudir a su boda en 2002 para evitar ofender la sensibilidad holandesa por las violaciones de derechos cometidos por la dictadura sudamericana. En anticipación de nuevas dudas incómodas, Máxima dijo al primer ministro que sus padres no asistirán tampoco a su coronación. Zorreguieta tiene actualmente 85 años y Argentina ha sido una democracia durante 30 años, pero la violenta historia del país todavía es una herida abierta. Abogados en ambos países están tratando de determinar si Zorreguieta tuvo alguna responsabilidad personal en las desapariciones forzadas, en una época en la que altos jefes empresariales de Argentina apoyaron la junta militar contra izquierdistas, comunistas, sindicalistas, y otros considerados "subversivos" y en la que murieron hasta 30.000 personas. Hace unos días en La Haya, abogados de un grupo de víctimas pidieron formalmente a los fiscales reabrir un caso contra Mr. Zorreguieta. En B. Aires, la autoridad judicial busca determinar si acusaciones presentadas por ex empleados contra el ex ministro merecen presentar acusaciones de violación a los derechos humanos.
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cortesia canardenchaine
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