Superada la etapa de silencio vacacional, en su regreso al atril hace dos semanas, Cristina Kirchner evitó hablar del dólar, pocas horas después de que el peso se devaluara 61 centavos, algo inédito en la década K. Con dos anuncios para inyectar dinero fresco al consumo, tradicional receta K ante las crisis (el aumento del 11,31% de la jubilación mínima y un incremento de $340 de ayuda escolar), ayer el discurso de la mandataria no sólo mencionó 21 veces la moneda norteamericana, sino que hasta se jactó: "Ese tan meneado tema del dólar también, que dicen que no hablo".
También hubo reparto de críticas por los aumentos de precios, a propios y ajenos por igual, sin carnet de peronista que los salve. La jefa de Estado arremetió contra empresarios y sindicalistas, personalizando en el líder de la CGT Balcarce, Antonio Caló, que a metros de la mandataria no pudo disimular su sorpresa. "Yo no creo, como dijo Antonio, que ningún argentino esté pasando hambre", le lanzó al metalúrgico, sentado a escasos metros, recriminando su reciente sentencia: "A la gente no le alcanza para comer". Con un cortante "hoy no voy a hablar", el líder cegetista tampoco ocultó su enojo al irse.
cortesia clarin.com
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