La discordancia en las políticas económicas y las variables de ajuste en ambas fronteras hace que Brasil y Argentina agudicen sus problemas comerciales. Esta situación quedó en evidencia ayer al conocerse que el país vecino sufrió en enero una fuerte reducción de 18,7 % en su producción de automóviles en relación al mismo mes del año pasado, debido básicamente a las barreras impuestas por Buenos Aires a las importaciones y el aumento de los impuestos sobre los autos de alta gama que repercutieron en toda la cadena.
Según datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Vehículos Automotores (Anfavea), las empresas brasileñas produjeron el mes pasado 237.491 unidades, unas 54.000 menos que hace un año. Las exportaciones en este rubro también cayeron significativamente: vendieron sólo 25.779 vehículos en el exterior, lo que significa un 28,9 % por debajo de lo facturado en enero de 2013.
Los empresarios del sector adjudicaron inmediatamente el problema a las restricciones adoptadas en Argentina, principal socio comercial en la región. Luiz Moan, presidente de Anfavea, fue enfático en este sentido al señalar que ambos gobiernos deben encontrarle “una solución lo antes posible”. “Tenemos una gran necesidad de mantener nuestras exportaciones”, afirmó en declaraciones al diario Folha de San Pablo. La entidad se reunió esta semana con funcionarios del gobierno de Dilma Rousseff para reclamar una vía de acción que permita superar la caída de producción, es decir la reducción de su mercado tradicional.
cortesia lkibertaddigital.com
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