BALE Y ;LA SELVA FUTBOL

El ecosistema que más se asemeja al Madrid es la selva, un lugar donde no hay tiempos de espera: se sobrevive o se muere, se compite o se muere. En mitad del ciclón Jesé, un tipo que avanza machete en mano, Bale se encontraba frente a un dilema vital, solo y sin cordada de porteadores que le ayudara a avanzar con el peso de sus millones. Todo lo contrario. Por eso regresó determinado a matar a la primera. Si no, el niño de la selva se lo come. [Real Madrid 4 Villarreal 2]
El galés, al menos, tiene un firme aliado, y no es cualquiera. Es el entrenador. Una vez abajo, es más importante que el presidente. Ancelotti es de los que no se deja llevar por los cambios estacionales: al invierno, abrigo; al verano, camiseta. Es un tipo conservador en los procedimientos, no en el juego, y eso no es necesariamente negativo, aunque el fútbol a menudo precisa de decisiones iconoclastas, de maniobras de riesgo. Desde luego, no es Mou, ni Pep, ni Luis... Es otro perfil, ni mejor, ni peor. La primera prueba de que el galés tenía la confianza de su técnico fue la posición que ocupó en el campo. A pesar de la baja de Cristiano, Bale permaneció en la derecha y fue Jesé quien se movió a la opuesta. La conclusión únicamente podía ser una: el puesto es suyo.

cortesia elmundo.es