El día de Reyes trajo un regalo envenenado a los EEUU, al menos a los estados centrales del norte del país. Tras unos días de nevadas intensas en la costa Este, la madrugada del día 6 de enero hubo una invasión de aire frío procedente de las tundras canadiense y siberiana. Se han llegado a medir 52º centígrados bajo cero. La temperatura más baja jamás registrada ha sido de -90ºC, en la Antártida, y en el norte de Siberia, en Verjoyansk, de -68ºC. Se habla de un vórtice polar, un a modo de huracán de vientos circulando alrededor del Polo Norte, que conserva aire muy frío en su interior, y que por algún motivo se desplaza hacia el sur, arrastrando ese aire hasta las zonas templadas.
Sin embargo, si contemplamos la secuencia temporal del chorro polar, vemos claramente que ya a las 00:00 horas del domingo día 5 de enero una rama del chorro polar estaba empujando aire de las tundras hacia en centro de los EEUU. En el diagrama del día 6 a las 00:00 horas ese aire ha llegado ya a los estados centrales y hasta el día 7 aún se mantiene sobre ellos.
cortesia elmundo.es
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