martes, 27 de agosto de 2013

MISTERIOS DE GUARDIOLA FUTBOL

Tenía mucho de trampa el partido. A tres días de celebrarse la Supercopa de Europa ante el Chelsea. Con todos pensando en otra cosa, incluido Guardiola, que presentó un once de circunstancias. Plagado de buenos jugadores, pero con seis de los hipotéticos titulares sentados en el banquillo. Incluso haciendo gala de un estilo diferente. Más directo, de menos toque. Sin notar la ausencia de nadie durante gran parte del partido, superior, pero jugando con fuego ante el Friburgo y concediendo un empate (1-1) cuando restaban cinco minutos para el final. (Narración)
Lo hizo fácil el conjunto bávaro desde el principio. Sin complicarse la vida. Soportando el arreón inicial de los locales, que salieron presionando muy fuerte. Juntando bien las líneas, incluso llevando la iniciativa. Con los de Christian Streich intentando arreglar el desaguisado de las tres primeras jornadas, en las que sólo habían conseguido un empate. Conscientes a su vez de que era el día para ganarle a los de Pep, sin Ribéry y sin Robben. Más frágiles que de costumbre. Y lo aprovecharon.
Pasados los primeros 10 minutos, el Bayern se hizo con la pelota. Avisó con un disparo de Kroos y una buena jugada de Pizarro. Y remató a la media hora de partido, abriendo el marcador. Con un centro de Müller que Shaqiri –cantada de la defensa mediante– convirtió en gol.
No hubo mucho más en los primeros 45 minutos. Monótonos ante la posesión aplastante de los de Guardiola. Espesos en los metros finales, pero siempre con la pelota. Adormeciendo a un rival que poco a poco fue cediendo, máxime en la segunda mitad. En la que Shaqiri estuvo a punto de aumentar la distancia en el marcador con sendos disparos desde la izquierda. El mejor de los bávaros.
No obstante, no se fio Guardiola del resultado. Si algo tiene este Bayern es que tarda en cerrar los partidos. Juega con fuego durante demasiados minutos. Como demostró el francés Laprevotte, que en una buena jugada estrelló el balón en el palo. Rozando un empate que, sin embargo, llegaría a falta de cinco minutos para el final. Cuando nadie lo esperaba. Con la defensa de los bávaros haciendo aguas. Empanada ante Freis y Hofler, que mandó el balón al fondo de la red y puso el 1-1 definitivo. Robándole dos puntos de oro al conjunto de Pep, que no mató en sendas ocasiones de Müller y Kroos. Impotentes ante Baumann, que paró tres disparos en un minuto. Sobresaliente y responsable directo del empate que consiguió el Friburgo.
Un resultado sin importancia si el viernes se consigue la Supercopa de Europa ante los de Mourinho en Praga, pero que sería preocupante en el caso de que se perdiera. Casualmente tanto Chelsea como Bayern llegarán tras un empate.

cortesia elmundo.es

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