Las escaleras suelen ser bastante aburridas y cansadas, algo a evitar si tenemos un buen ascensor a mano. Pero en todo hay excepciones. Por localización, vistas, fama, diseño o incluso tamaño, las hay que merece la pena incluso subirlas. | Daniel Rodríguez Herrera
La montaña Bueren (Lieja, Bélgica)
No es una montaña de verdad, sino una amplia escalera de 374 escalones construida en 1881 para permitir a los soldados bajar desde la colina sin tener que pasar por callejones peligrosos. |
cortesia elmundo.es
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