Miles de filipinos que habían sido evacuados pudieron regresar hoy a sus hogares, después de que las autoridades comprobaran que el terremoto de 7.6 grados en la escala de Richter que sacudió ayer a Filipinas no causó daños materiales de gravedad. El intenso sismo causó un muerto en la ciudad de Cagayan de Oro y provocó daños parciales en rutas y puentes en la provincia de Samar Oriental, cerca de donde se ubicó el epicentro del terremoto a unos 100 kilómetros frente a la costa este de Filipinas. El Director de Defensa Civil, precisó que "según las primeras informaciones, los daños son mínimos" y la más afectada fue la región de Samar Oriental, donde varias casas sufrieron rupturas y algunos edificios se agrietaron. Miles de residentes que debieron abandonar varias zonas costeras, regresaron a sus hogares después de que las autoridades les garantizaran que no corren peligro.
En Samar Oriental los ciudadanos celebraron una misa de acción de gracias, tras limpiar sus casas
cortesia tn.com.ar
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