Una curiosidad más de los Juegos Olímpicos. En los octavos de final de judo en la categoría de 100 kilos, el cubano Oreydi Despaigne fue descalificado por morder a su rival y se despidió de la cita deportiva. Su rival, Ramziddin Sayidov de Uzbequistan, terminó con su mano dentro de la boca del caribeño y acusó la mordedura del judoca cubano. Rápidamente, el juez y toda la Comisión de Arbitraje decidió darle por ganado el combate al asiático.
"Me siento bien pero defraudado por esta injusticia. El me tiró la mano a la boca, me la partió. ¡La tengo hinchada!", se justificó Despaigne después. Pero ya era demasiado tarde.
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cortesia tn.com.ar
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